
Es indudable que necesitamos expresarnos. Los que no sabemos pintar, tenemos la suerte de poseer el alfabeto para poder plasmar las cosas que nos son familiares. La historia nos muestra esta necesidad nuestra de contar los hechos.
Una de las expresiones más primitivas fue el dibujo, y gracias a que los pigmentos han resistido los embates del tiempo, aún podemos admirarlas en las cuevas.
Tenemos muchas experiencias a los largo de los días, estamos rodeados de innumerables objetos, y sobre todo en estos tiempos que corren, y es algo muy nuestro la necesidad de dejar constancia de nuestras impresiones.
No solo dejamos constancia de hechos reales, también lo hacemos de nuestros fantasmas, esos que se alojan en nuestra imaginación. Y no nos basta con hablarlo, solemos tener la necesidad de escribirlo.
Unas veces nos puede guiar el interés por los resultados, el si gustará o no lo que comunicamos, el si seremos leídos...Pero lo primordial es el proceso creador sin que haga falta ningún otro valor, sólo nuestro placer.
Somos descubridores, viajeros, oyentes, lectores, y hasta jueces.
Esto es una invitación a que escribáis, aunque sólo sea por puro placer. No tiene por que importarnos si es agradable a los otros o no, es nuestro, son nuestras sensaciones.
Sakkarah