La arrogancia y el orgullo son piedras que hacen tropezar. Escudos que desintegran por dentro.
Un personaje tierno y emotivo, no tiene por que ser inseguro, o flojo.
En ocasiones es preferible sentirse herido que herir. Sentirse vulnerable que rabioso. La sensibilidad no es mala compañía en la vida, ni en la política, y sin embargo esta adolece de ella.
La arrogancia y el orgullo rompen y separan.
Sakkarah
5-12-2009