viernes, 6 de febrero de 2009



Sí se puede desear lo que uno no conoce, porque la imaginación nos lleva al conocimiento de otro mundo imaginario del cual podemos desear también cosas.

Es difícil no desear...Yo no he conocido aún a nadie que no desee, aunque tiene que ser un alivio llegar a no desear nada, tienen que ahorrar los berrinches que uno se lleva al no alcanzarlo.

En ocasiones, los deseos nos llevan muy hacia adelante, de tal forma que no vemos todo lo que nos rodea, todo lo que está al alcance. Y si lo vemos, como no hay dificultad, pierde para nosotros el interés. Somos seres complicados.

Me gustaría no desear, pero deseo mucho...


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