Ya nada importaba, todo había cesado dentro. Apagó la luz y corrió la cortina para no ver las estrellas.
Mientras todo iba hacia adelante, mientras los lentos y constantes iban palpando el amor, yo me tapé con la sábana de la distancia, de la oscuridad. Los caminos se difuminaron y no me interesaba encontrar el rastro que me llevara a las estancias del otro.
La noche y yo, yo y la noche.
Sakkarah
Mientras todo iba hacia adelante, mientras los lentos y constantes iban palpando el amor, yo me tapé con la sábana de la distancia, de la oscuridad. Los caminos se difuminaron y no me interesaba encontrar el rastro que me llevara a las estancias del otro.
La noche y yo, yo y la noche.
Sakkarah
Me identifico mucho con tu poema,lo has plasmado también!!!!pero tenemos que dejar la puerta habierta,aunque sé que duele.
ResponderEliminarGracias ,siempre.Besicos.
desde mi ventana, te dejo unos trazos de luz, que acompañen tu velada.
ResponderEliminarun abrazo
Blue
Hermoso relato, Sakhara. Entro por 1ª vez y me gusta tu blog. Saludos.
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