martes, 24 de noviembre de 2009


Dicen que las palabras reflejan nuestra imagen, y yo pienso que no, que no siempre.

Cuando leemos nos hacemos una idea del otro, y la mayoría de las veces, es una idea equívoca. No siempre la realidad es peor, porque pueden superar nuestra fantasía; pero difícilmente acertamos con nuestro pensamiento sobre el autor de las letras.

13 comentarios:

  1. Seguramente no reflejan todo, hay cosas que se pierden otras se potencian más todavía.
    Hay que ser buen lector ;)
    Besos

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  2. Tienes razón, Aurorainés.

    Un montón de besos.

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  3. Escribo lo que soy y soy lo que escribo. Hago la palabra a mi imagen y semejanza pero al mismo tiempo la palabra me hace y cuando cada vez que escribo se va esculpiendo un nuevo yo, al mismos tiempo que ese yo esculpe lo que escribe.

    Así es como yo lo veo, pero esto en la lírica, evidentemente. Jamás lo aplicaría a una novela o la poesía de cualquier otro tipo.

    Saludos

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  4. Si, Narci, a mi me suele pasar igual; pero no en todos es así.

    Muchos besos.

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  5. Me pareció muy acertado tu comentario, Narci, pero yo lo aplicaría a todos los ámbitos de expresión y a cualquier tipo de arte.
    Somos escultores de nuestra propia vida, escritores de ilusiones, pintores de anhelos, bailarines de nuestras contradicciones, músicos de nuestros silencios... Todo eso y más.

    Besos con cariño

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  6. Estoy de acuerdo MySelf, en todas las manisfestaciones artísticas dejamos una parte de la nuestra esencia. Sin embargo, no se me ocurre pensar que si alguien escribe una novela sobre un asesino, aunque lo haga en primera persona, el asesino sea él (por poner un jemplo extremo), en cambio en la lírica, ya sea en verso o en prosa, el "yo" poético si suele ser el autor, aunque sea en sus sueños, o en su intento de introducirse en la piel de otro ser que sufre o que ama, incluso que asesina, etc. Esto en cuanto a la literatura, que era de lo que yo hablaba en mi anterior comentario, pero por supuesto no descarto que en la música, sobre todo en ciertos tipos de música o de baile ocurra algo parecido, y también en otras artes claro está.

    Besos

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  7. Tienes razón Narci. No soy escritora, aunque bajo mi punto de vista el observador y lo observado siguen siendo la misma cosa. Quiero decir, aunque se escriba novela o lírica, toda creación se convierte en acto y uno se pone en el lugar del personaje cuando lo imagina, es decir se convierte en el personaje para poder escribir sobre él. Mientras lo piensa y lo describe, creo que lo vive y lo siente. Y para que el lector se crea a ese asesino debe convertirlo en algo real. El escritor es el que asesina y se convierte en él durante los instantes que lo crea. Es autor aunque no lo es, pues a través de la palabra se desapega de él. Afortunadamente...

    Pero no me hagas mucho caso, porque los que en verdad os dedicáis a escribir ,seguro que sabéis más que yo de estos temas.

    Un fuerte abrazo. Me gustó conversar contigo.

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  8. Un abazo Sak, me imaginé que era un tuareg y saqué un poquito más tiempo.

    Hasta pronto

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  9. Yo pienso que no siempre es así.
    Yo conozco a alguien que escribe cosas que no siempre tienen que ver con sus vivencias. No en vano me he llevado algún que otro disgustillo innecesario por creer que lo que escribía tenía algún trasfondo real.
    No todo el mundo escribe sobre si mismo, aunque es casi imposible que no deje su sello y su particular visión del tema.
    Besos.

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  10. Son muy interesantes vuestros comentarios.

    El verdadero escritor, escrie sobre muchas cosas, no todas responden a su realidad; pero siempre el fondo de la obra lleva su impronta. Por eso todos los escritores no son iguales, ni nos llegan de la misma manera...

    Muchos besos a todas.

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  11. Yo tampoco soy escritora Myself, solo aficionada, pero desde luego, cuando escribo un poema lírico, me centro en mi mundo, en mis sentimientos o en los de quienes me rodean, o de alguien que ha estado cerca de mí en un momento dado y con quien he compartido sus cuitas además de las mías. Cuando escribo un relato, suele ser totalmente imaginario, no tiene nada que ver con mi vida o con la de mis seres más cercanos, puedo tratar de introducirme en la piel de un personaje, imaginar como siente o como late, o como actuaría, y en eso hay parte de imaginación o fantasía, parte de experiencia, aunque no siempre, y parte de influencia de otros escritos, de películas, de anécdotas de vidas ajenas que hayan llegado a mis oído, parte de ese análisis psicológico que, a veces sin pretenderlo siquiera, hacemos de las peronas a las que conocemos poco o mucho. En la Lírica sólo estoy yo y mi percepción de las personas, de las circunstancias y de mí misma.

    Por supuesto no sé si a los verdaderos escritores les sucede lo mismo, o a otros aficionados a esto de escribir, pero hablo desde mi experiencia personal. Es mi humilde opinión, nada más.

    Lo que sí es cierto, Sakkah es que siempre dejamos nuestra impronta en lo que escribimos, en el estilo, sobre todo, en las técnicas, etc. Pero en cuanto al tema, una novela no tiene porque ser reflejo de la vida, ni del sentimiento ni del entorno del escritor, en cambio, un poema lírico, si deja de ser ese reflejo, ya no es lírico, en todo caso es narrativo, descriptivo etc.

    Saludos y besos.

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  12. Sí, Narci, yo te entiendo.cuando hacemos poesía, suele ser sobre sentimientos, sobre lo que tenemos dentro.

    Un beso.

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  13. Sí, Sakkarah, eso es lo que creo, cuando hacemos lírica, especialmente, ya sea en prosa o en verso.

    Hay textos en prosa que son tremendamente líricos, de la misma forma que hay poemas que son satíricos o de cualquier otro tipo.

    Pero es, sin duda, la lírica el género literario que más se centra en el yo poético, sus sentimientos emociones y sus circunstancias anímicas.

    Besitos

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