real... E no es real. Hay muchos metodos hoy de robar identidad, de convencer las personas de que no valen nada y de sujectar-las a la voluntad de los poderosos. Esa es una escrevatura actual, muy peligrosa. Y acontece. Lo veo todos los dias.
Yo creo que cuando alguien está realmente convencido de algo, nada le puede apartar fácilmente de esa creencia, por adversas que sean las evidencias, cuando se tiene fe en algo, la mente se parapeta y lucha contra cualquier manipulación o cadena. La fe mueve montañas y rompe cadenas, no hay mas cadenas que las que nosotros nos autoimponemos, siempre hay salidas.
Lo peor de la esclavitud son las cadenas de la mente, pero lo mejor, amiga, es que como son invisibles, abrirlas es mucho más fácil que si estuvieran forjadas con el mejor de los aceros.
Pero a veces es tan real ese miedo...que decimos amen a todo y seguimos esclavizados...
ResponderEliminarUn saludo
Sí, Arenas, es como dices...
ResponderEliminarMuchos besos.
Muy acertada frase que comparto en su inmensidad.
ResponderEliminarUn beso sin cadenas.
real... E no es real. Hay muchos metodos hoy de robar identidad, de convencer las personas de que no valen nada y de sujectar-las a la voluntad de los poderosos. Esa es una escrevatura actual, muy peligrosa. Y acontece. Lo veo todos los dias.
ResponderEliminarYo creo que cuando alguien está realmente convencido de algo, nada le puede apartar fácilmente de esa creencia, por adversas que sean las evidencias, cuando se tiene fe en algo, la mente se parapeta y lucha contra cualquier manipulación o cadena.
ResponderEliminarLa fe mueve montañas y rompe cadenas, no hay mas cadenas que las que nosotros nos autoimponemos, siempre hay salidas.
Besos
la verdad nos hará libres, eso sí lo sé, ¿pero dónde está?
ResponderEliminarLo peor de la esclavitud son las cadenas de la mente, pero lo mejor, amiga, es que como son invisibles, abrirlas es mucho más fácil que si estuvieran forjadas con el mejor de los aceros.
ResponderEliminarUn placer, pasear y opinar por esta clave.
Besos miles