Empieza el día bonito. De estos días que se iluminan desde primera hora con una gran sonrisa.
Corre el tiempo en espera, una espera ilusionada, y algo bulle dentro de ti. Según van pasando las horas, empieza la incertidumbre, la extrañeza, el hacer cábalas.
Pasa más tiempo, y acude la desesperanza, el saber de la ausencia. Entonces te consuelas pensando que tu humor no debe depender de nadie, que no hay que esperar nada, que lo que ha de llegar no va a tener impedimento.
Te quedas serena, sigues trabajando; pero la cara no está como al principio del día, no lleva el sello de esa felicidad.
Ya llegarán las sorpresas, si quieren llegar...
Corre el tiempo en espera, una espera ilusionada, y algo bulle dentro de ti. Según van pasando las horas, empieza la incertidumbre, la extrañeza, el hacer cábalas.
Pasa más tiempo, y acude la desesperanza, el saber de la ausencia. Entonces te consuelas pensando que tu humor no debe depender de nadie, que no hay que esperar nada, que lo que ha de llegar no va a tener impedimento.
Te quedas serena, sigues trabajando; pero la cara no está como al principio del día, no lleva el sello de esa felicidad.
Ya llegarán las sorpresas, si quieren llegar...
Sakkarah
Sakkarah, a la esperanza de ese tipo debes darle una mano, si de ello depende que te sientas bien, si no va a vos, anda a ella!
ResponderEliminarSi tiene que ser será, sino ya sabrás
Besos
Cuán seguido pasa... que esperas a la amiga o al hijo que prometió llegar a saludarte.
ResponderEliminarNo todo pasa por el hombre (tu pareja), también pasa por el lado de los que amas y no llegan.
Muy buen post.
Saludos!!!
Conozco la luz de esas mañanas,quizas en el fondo ocurran cosas que se ahogan en la incomprension de la superficie.
ResponderEliminarEs dificil enfrentar la felizidad a la lucha animal de la vida.
Un saludo.
Supongo que todos tenemos días así, que empiezan esperanzadores, de buen humor, esperando algo estupendo y conforme pasan las horas, llega la inquietud, y la desilusión por lo que no sucede.
ResponderEliminarA veces pienso que somos demasiado pacientes, demasiado accesibles, que deberíamos pasar más de los demás.
Dar la sensación de que siempre vamos a estar disponibles produce un relajamiento en los demás para con nosotros.
En resumidas cuentas que hay que darse a valer mas.
Olé la teórica que bien queda, la práctica es otra cosa.
Un besuco.
Sin duda es mejor no esperar nada,asi quizás puedan amanecer mas dias de sonrisas.
ResponderEliminarBesos mi niña.