Yo tengo mil defectos, pero no carezco de tacto.
No tener tacto puede ocasionar daño a otras personas. Parece que la falta de tacto es un defecto que sale de manera innata, sin darse cuenta; pero hay personas con una falta de tacto muy especial, saben cuando la deben tener, en que momentos. Lo hacen de manera suave, como el que no quiere la cosa, con atisbos de bondad en la acción; pero saben que dan en el centro del mismo corazón. Eso es tener falta de tacto con alevosía.
Yo prefiero seguir teniéndolo, a pesar que podría hacer lo mismo; pero no, no voy a cambiar lo poco bueno que tengo.
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